Intentar. Probar. Hacer algo. Esto no es complicado. Es cuestión de voluntad.
Intentar que se haga realidad. Probar y equivocarte. Hacer algo que merezca la pena. Esto es más complicado. Quizás no solo sea cuestión de voluntad.
Hacer algo que sume, alineado con tus objetivos, que te haga ir hacia adelante. Eso es lo importante. Lo que marca la diferencia.
Todos nos hemos sentido absortos con "algo". No existe el tiempo. Terminamos y estamos satisfechos. Estamos concentrados. Produciendo. Avanzando.
Esta sensación no siempre se consigue. Una (pocas) veces las causas son externas (tu jefe que te interrumpe, una reunión imprevista). En la mayoría de ocasiones, los responsables somos nosotros.
Tu parte más oscura |